


Siempre he hecho lo que he sentido y siempre lo he hecho poniendo el alma en ello.

Creo firmemente que tenemos una responsabilidad con el planeta que habitamos y que está en nuestras manos su cuidado.

Ganar más no justifica destruir lo que nos pertenece a todos.
Un cultivo de flores sostenible y orgánico contribuye al cuidado del planeta reduciendo las emisiones de CO2 y el uso de pesticidas.
Las flores de granja están vivas.

Yo tengo una granja en La Vega del Ungría (Guadalajara).






Cultivo flores de temporada: Dalias, Ranúnculos, Peonías... las que da la tierra. Y cuando se acaban, se acaban.
Meter las manos en esa tierra me ha revelado un universo único e insustituible.
He encontrado mi sitio en el mundo y mis flores son el reflejo de esa felicidad.

Casi tan importante como las flores son los jarrones que las contienen.

Estoy diseñando una nueva línea que se adapta a la personalidad de mis flores y que cobrará vida gracias a las expertas manos de un maestro alfarero.
El siguiente paso será aprender a hacerlos con mis propias manos y aceptar todas las imperfecciones que surjan.
Mi trabajo en la granja de flores es el resultado de muchos años de aprendizaje con los mejores granjeros y floristas del mundo: Rachel Siegfried, Paula Pryke, Shane Connolly, Rebecca Stuart...

Como toda buena alumna he cogido lo mejor de ellos y he creado mi propio estilo que aplico a mis ramos y eventos.
Ahora soy yo quien imparte los cursos de manera individual y personalizada.

Teoría y práctica en la granja.
Titulación por la universidad R de la Fuente ;)

Mi experiencia como granjera y florista la aplico también a proyectos de jardinería, paisajismo e interiorismo.

Transformar una simple tierra en un espacio vivo o dotar de alma una estancia es la consecuencia natural de mi pasión por la vida y por la naturaleza.

Mi último proyecto es la recuperación de casas abandonadas de la zona con el fin de devolverlas a la vida.
Artesanos locales aportan los elementos necesarios para esa resurrección y artistas internacionales condensan su esencia en piezas inspiradas en la naturaleza que las rodea. Mis flores completan la transformación.
Son refugios desde los que explorar y vivir la experiencia R de la Fuente.

Me llamo Leticia y hablamos cuando quieras.
